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Una agresión sexual es cualquier contacto sexual forzado, no deseado o mediante coacción. La agresión sexual puede incluir diferentes formas de violencia. Recuerda, la víctima nunca tiene la culpa de la agresión sexual.

La agresión sexual incluye, pero no se limita a:

• Violación
• Amenazas sexuales e intimidación
• Incesto: contacto sexual con un familiar
• Maltrato sexual infantil: una forma de maltrato infantil que incluye actividad sexual con un menor (1)
• Trata de personas para explotación sexual
• Acoso sexual y acoso callejero
• Otras formas de conductas no deseadas, forzadas o sin consentimiento.

(1) Tomado de: https://www.rainn.org/articles/child-sexual-abuse

Las autoridades policiales indican que las víctimas deben denunciar cuanto antes la agresión sexual para la realización de las investigaciones penales. Sin embargo, si aún no está lista, puedes hacer que se recojan y guarden las pruebas de la agresión hasta por dos años, de manera confidencial. De esa forma, las pruebas aún estarán allí si decides denunciar más adelante. Muchas personas sobrevivientes eligen esta opción si necesitan tiempo para pensar.

Si obtienes un examen sin hacer tu denuncia ante la policía, el hospital asignará un número de identificación confidencial a tus pruebas. Las pruebas y el número de identificación serán enviados al Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés). Asegúrate de preguntar cuál es el número, anótalo y guárdalo en un sitio seguro. Si más adelante quieres denunciar el hecho ante la policía, puedes usar el número para recuperar tu examen.

Existen cuatro razones importantes por las que necesitas atención médica:

1. Para saber si tienes algún tipo de lesión. Después de una agresión, la persona sobreviviente normalmente está en estado de shock y puede no estar consciente de alguna lesión.
2. Para tomar el primer paso hacia la recuperación del control de tu vida.
3. Para que te examinen y conozcas las opciones disponibles de tratamiento y prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazo.
4. Para recolectar pruebas médicas que sirvan para una posible investigación penal para cuando se capture al sospechoso. Las pruebas irán desapareciendo con el paso del tiempo, a medida que comiences a retomar las actividades cotidianas (comer, beber, orinar, bañarte, etc.). Toda espera, no importa qué tan larga o corta sea, puede resultar incómoda. Es aconsejable usar ese tiempo para pensar en ti y tu salud. Tú eres la persona sobreviviente de una agresión sexual y tienes derecho a cualquier tipo de tratamiento médico que necesites.

Las leyes de Texas te dan derecho a recibir un examen para un posterior tratamiento y para recolectar pruebas. Tienes ese derecho incluso si decides no presentar una denuncia policial. También tienes derecho a tener un defensor de víctimas de agresión sexual presente durante tu examen. Muchas víctimas encuentran muy útil la presencia de un defensor. Los defensores prestan apoyo y asesoría, y han recibido capacitación especial sobre tus derechos legales en esta época de crisis. Si nadie te ofrece un defensor, puedes solicitar uno al programa de agresión sexual más cercano. Puedes encontrar el programa de agresión sexual más cercano llamando al 1-800-656-HOPE (4673).

Dependiendo del hospital al cual llegaste, es posible que puedas elegir dónde te practicarán el examen. Algunos hospitales tienen profesionales de enfermería certificados para realizar exámenes forenses de agresión sexual (SANE por sus siglas en inglés)

Recibir un examen por parte de una SANE es ideal, debido a su vasta capacitación y experiencia. Por lo general, sería mejor que te puedan transferir a un centro SANE. Los profesionales SANE están capacitados para proporcionar cuidado integral a las víctimas de forma compasiva y sensible, y también pueden testificar ante un juez, si es necesario.

Sin embargo, a veces las víctimas no pueden trasladarse a otro hospital, pero eso no es malo. Puedes recibir la atención médica que necesitas y hacer que se tomen las pruebas necesarias en el lugar en donde estás ahora. Las leyes de Texas exigen que el personal de todas las salas de urgencias tenga por lo menos la capacitación básica en recolección de pruebas forenses.

Independientemente de si presentas una denuncia, la policía pagará una parte del examen (la parte ‘forense’). Sin embargo, sí tendrás que pagar un porcentaje del total (las partes médicas que no están relacionadas con las pruebas). Si haces una denuncia ante la policía, serás elegible para un reembolso de los costos médicos a través del programa de Compensación para las Víctimas del Crimen (CVC, por sus siglas en inglés). Puedes solicitar el reembolso del programa CVC mediante una solicitud CVC o una Solicitud de Atención de Urgencias. Aquí podrás encontrar más información sobre reembolsos por exámenes forenses de agresión sexual.

El tratamiento médico que recibirías deberá incluir lo siguiente, pero no necesariamente en este orden: toma de presión arterial, pulso, temperatura y tu historial médico –alergias, medicinas, última menstruación, etc. En ese momento te deben informar qué esperar durante el examen. Si no lo hacen, pide que te expliquen.

Antes del examen, te preguntarán sobre la agresión sexual. Es muy importante que cuentes qué actos sexuales se efectuaron (relaciones sexuales vaginales, copulación oral, relaciones sexuales anales o cualquier otro acto sexual). Tal vez prefieras señalar gráficos, en lugar de exponer en detalle lo que sucedió. Es posible que no entiendas las preguntas o que sientas vergüenza al responderlas. Es normal sentir incomodidad. Hazle saber al profesional de enfermería o al doctor cómo te sientes y no temas hacer preguntas. No tienes que conocer todos los términos médicos, así que no sientas miedo de pedir explicaciones.

Cuando esté completa toda la documentación, te pedirán que te quites la ropa. Si aún tienes puesta la ropa que tenías en el momento de la agresión, esas prendas serán tomadas para ser usadas como prueba. Lo más probable es que no te devuelvan la ropa, aunque puede que sea posible, después de que haya concluido la investigación o el juicio. Por lo general, el hospital o el voluntario del centro de atención de crisis tendrá ropa que puedes usar para regresar a casa. Es mejor traer una muda de ropa de casa, si es posible. El examen tarda entre dos y tres horas. Como parte del examen se tomarán muestras con hisopo, muestras de pelo y muestras de sangre. Además, se tomarán fotos de las lesiones. La recolección de pruebas puede no siempre ser cómoda, pero es importante. Pide tomar un descanso, si lo necesitas.

Antes de comenzar el examen, te pedirán que firmes un formulario de consentimiento que permita la recolección de pruebas médicas y su posterior envío a las autoridades policiales. No se recolectarán pruebas médicas si no firmas el formulario. Si necesitas ayuda para llenar el formulario o tienes alguna pregunta, asegúrate de que alguien te asista.

Luego, el médico o un profesional de enfermería con capacitación especial en exámenes de agresión sexual (profesional de enfermería certificado para realizar exámenes forenses de agresión sexual o SANE) te hablará sobre el examen y qué esperar. También deben decirte que tienes derecho, por ley, a tener a una persona de apoyo presente durante el examen, si lo deseas.

Después de que te hayan hablado sobre el examen, te pedirán que des una breve descripción de la agresión para saber dónde buscar lesiones y pruebas.

El médico o profesional de enfermería escuchará el corazón y los pulmones, presionará el abdomen y la espalda, examinará el pecho y comprobará si hay signos generales de lesión. Si tienes alguna área de dolor, irritación o malestar, asegúrate de mencionarlos al médico en ese momento. Las marcas y los moretones deben ser anotados en tu hoja clínica.

A continuación, te pedirán que te pares sobre un pedazo grande de papel para que te quites la ropa. El pedazo de papel sirve para atrapar pruebas (pelos sueltos, escombros, etc.) que pueden caer de tu ropa. La enfermera te ayudará a poner cada prenda de vestir en una bolsa de papel separada. Te proporcionarán una bata de hospital, y la enfermera o el médico comenzará a recolectar pruebas.

La toma de pruebas se realizará a través de los siguientes medios:

• Hisopos orales
• Peinado del cabello
• Muestras de pelo tomadas de la cabeza
• Recolección de escombros (sangre seca, semen, saliva, cabello, suciedad, hojas, fibras que pueden estar en tu cuerpo)
• Hisopos anales
• Hisopos vaginales o de pene
• Peinado de vello púbico
• Muestras de vello púbico
• Raspado de uñas
• Espécimen de sangre
• Muestra de saliva

La recolección de hisopos suele ser indolora y consiste simplemente en pasar hisopos de algodón sobre el área donde puede estar la evidencia (semen, sangre o saliva). La recolección de muestras de cabello puede ser incómoda ya que los cabellos normalmente necesitan ser tirados.

Después del examen general, se realizará un examen pélvico (o interno) en las víctimas femeninas. El examen para las víctimas masculinas será similar al de las víctimas femeninas, excepto el examen vaginal.

En el caso de las mujeres, el examen pélvico será casi idéntico al que probablemente hayas recibido de tu médico. Si nunca te has sometido a un examen pélvico, asegúrate de informar al médico o al SANE.

Te pedirán que te acuestes sobre la camilla y coloques las piernas en los reposapiés metálicos, con las rodillas separadas. Te pedirán que te deslices hasta el borde de la camilla. Insertarán un espéculo para ayudar a la enfermera o al médico a pasar un hisopo y para ver cualquier laceración o hematoma. Trata de relajar los músculos del estómago y la espalda y respira lenta y profundamente a través de la boca. Esto te ayudará a relajar tus músculos y hacer que el examen sea más cómodo.

Muchas mujeres encuentran esta posición muy angustiante e incómoda, especialmente después de una agresión sexual. Dado que este procedimiento puede ser muy similar a la agresión que acabas de sufrir, es posible que pierdas el control de tus emociones. Está bien llorar y expresar tus sentimientos. Es posible que desees pedirle al médico o al SANE que espere un momento antes de que continúe el examen. Aunque parezcan horas, el examen pélvico suele durar de 5 a 10 minutos.

Te darán información sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS). También es posible que te hagan pruebas de ITS, pero es demasiado pronto para que las pruebas registren cualquier ITS que se haya transmitido durante la agresión sexual. Sin embargo, se pueden administrar medicamentos para prevenir las ITS en el momento del examen.

Las pruebas y el tratamiento de las ITS dependerán de tus circunstancias específicas. Se debe pedir a las mujeres víctimas en edad fértil que den una muestra de sangre u orina para una prueba de embarazo. También te deben ofrecer opciones para la prevención del embarazo. Si no te ofrecen esas opciones, puedes preguntar si es posible que te las den. Las posibilidades de quedar embarazada son pocas (5 de cada 100, aproximadamente), pero es posible que desees hablar con un consejero de crisis de violación sobre la posibilidad de un embarazo y las opciones que tienes.

Si estabas bajo la influencia de alcohol o drogas en el momento de la agresión, puedes sentir que tu capacidad para resistir el ataque se vio afectada. La presencia de sustancias en tu sistema se puede utilizar contra tu atacante para mostrar tu falta de consentimiento o capacidad de consentimiento. Por lo tanto, puedes pedirle al médico o profesional de enfermería que te haga un análisis de sangre y orina para detectar rastros de alcohol o drogas.

A veces aparecen moretones entre 6 y 21 días después de la agresión. Si aparecen moretones, llama a los investigadores de agresión sexual que manejan tu caso para que puedan documentar eso con fotografías.